El plano fundacional de Santiago de Chile está compuesto casi por las mismas calles que las originales de su fundación en 1541: por oriente el Cerro Santa Lucía, hasta Teatinos por el poniente; y desde el Río Mapocho al norte; hasta la Alameda (o Av. Bernardo O’Higgins) por el sur.
La fundación de Santiago de Chile
La ciudad de Santiago de Chile, fue fundada por Pedro de Valdivia el 12 de febrero de 1541; y bautizada como «Santiago de Nueva Extremadura». Hasta ese entonces, dicho territorio, era parte del impero incaico desde hace unos 100 años.
En lo que hoy es la Plaza de Armas existía antes de la colonia un centro administrativo, donde habría estado la casa del Gobernador Quilicanta. Este fue quien primero recibió la expedición de Diego de Almagro en 1536; y luego la de Pedro de Valdivia en diciembre de 1540.
El primer parlamento entre españoles y nativos se realizó luego de luego de levantar campamento en el cerro Thopahue (hoy San Cristóbal). Instancia en la que Valdivia anuncia la toma de posesión de estas tierras en nombre del Rey de España. Habrían asistido la mayoría de los caciques comarcanos de la cuenca de Santiago. entre los que contaba: Millacura, Huara Huara, Huelén Huara, Apoquindo, Vitacura y los curacas incaicos Quilicanta e Incarongo.
La fundación de Santiago de Chile tendría origen en que Millacura, le habría aconsejado al Capitán español fundar Santiago junto al cerro Huelén, cuestión que tuvo lugar el 12 de febrero de 1541; aunque hay evidencia de que podría haber sido el 24, según las cartas entre el emperador Carlos V y el conquistador Hernando de Pizarro.
La ceremonia de fundación de Santiago tuvo lugar en lo que hoy es la Plaza de Armas y consistió en poner una cruz en esta. A partir de ella, se trazó con cordel, un cuadriculado como tablero de ajedrez, con 80 a 90 manzanas de 138 varas castellanas de longitud cada una, separadas en calles de 12 varas.
El diseño plano fundacional de Santiago siguió el régimen urbanístico del resto de las ciudades del imperio español en América y tiene sus antecedentes teóricos en la obra del fraile catalán Francesc Eiximenis (1327-1409): el trazado de damero.
El trazado de damero surgió en Europa por la peste negra; y con ello un ideal de ciudad con una gran plaza central, y dividida en cuatro barrios . Cada uno con una plaza menor y un convento mendicante. En Santiago estos cuatro barrios se levantarían en torno a las Iglesias y Congregaciones de los Franciscanos, Agustinos, Mercedarios y Dominicos.
El escritor e investigador Miguel Laborde explica que
“El plano fundacional de Santiago (…) da inicio a una nueva fase de la Iglesia Católica, con una preocupación por la calidad de vida y por los más pobres. Las calles que propone son más anchas y rectas, donde puedan cruzar los buenos aires y entre el sol, donde se pueda limpiar más fácilmente. A lo que se suman conventos con el rol de conventillos que dan techo y comida al que no tiene”
De esta manera, los conquistadores españoles traen a América un concepto de ciudad moderna
“se sentían portadores de una innovación, ya no eran los castillos medievales de los señores si no un mundo más amplio donde caben los burgueses en las ciudades, con mejor calidad de vida que las ciudades europeas”
El Mapocho y el Santa Lucía en la fundación de Santiago de Chile
El trazado de damero del plano fundacional de Santiago se adaptó al territorio, con una curva que reconoce tanto el borde del Mapocho como el Santa Lucía.
El Cerro Santa Lucía, en ese entonces tenía dos pequeños montes o roqueras, que llegaban hasta el Río. Estos eran llamados Altos del Puerto, debido al cambio de nivel de altura del suelo. A estos habrían llegado algunos soldados españoles llegaban a dichos montes a la hora del atardecer para relajarse de sus tareas cotidianas:
“se los podía ver cantando, tocando instrumentos, conversando y tomándose unos tragos sentados en las piedras a orillas del río, mientras que en el Santa Lucía el cura del pueblo iba a evangelizar a los niños indígenas, a quienes llamaba su atención tocando una flauta”.
Laborde
Los Altos del Puerto habrían sido destruidos a principios del Siglo XIX, en trabajos dirigidos por Manuel de Salas. El cambio de altura está oculto bajo los edificios que hoy se emplazan entre Merced y Plaza bello; y se puede apreciar un desnivel al ingresar al cuartel de la Primera Compañía de Bomberos en José Miguel de la Barra.
El Río Mapocho y la Chimba en el Santiago Fundacional
En el Santiago fundacional no existían puentes, por lo que la ciudad quedaba separada de La Chimba en los meses en que el caudal del Mapocho llegaba a los 300 metros de ancho.
En La Chimba, el trazado de las calles era más irregular y desordenado. Allí habitaban los indígenas, mestizos y los españoles más pobres; siendo común la pelea entre jóvenes santiaguinos y «los chimberos”. Recién con la construcción de los Tajamares al final de la Colonia se vendría a unir ambos territorios, según explica Laborde.
El Río Mapocho en el Santiago fundacional llegaba casi hasta lo que hoy es San Pablo. El Tajamar construido por el sector de Ismael Valdés Vergada y Balmaceda; y al quedar seco el primer arco u «ojo» del del Puente de Cal y Canto, nació una calle donde se emplazaron modestas casas, a la cual se le llamó «Calle del Ojo Seco», la cual luego pasó a llamarse Sama y hoy es General Mackenna, indica Criss Salazar.
El Santiago fundacional sufrió dos grandes transformaciones: la dinamita que abrió camino para extender la ciudad al oriente y la canalización del río Mapocho. El resto del cuadriculado de calles se mantiene prácticamente intacto al día de hoy.
Las transformaciones de Santiago respecto de su trazado fundacional se pueden observar al superponer el plano de esquemático recreado por el historiador Tomás Thayer Ojeda en el año 1908, con el primer trazado que Valdivia delineó con el soldado alarife Pedro de Gamboa.
La Plaza de Armas, el corazón del Santiago fundacional
La Plaza de Armas fue inicialmente llamada «Plaza Mayor» porque en ese lugar acamparían los soldados, estableciéndose allí el kilómetro cero de la recién fundada ciudad de Santiago. La ciudad habría sido construida arriba del asentamiento incaico original.
El emplazamiento de la Plaza de Mayor tenía originalmente un significado espiritual. Para el fraile Eiximenis, el vacío de la plaza sería una parte del cielo que baja para que la ciudad se construya a su alrededor. La idea era la de acercar la ciudad celestial a la terrenal, según Laborde.
La Plaza de Armas fue un lugar multiuso, manteniendo algunas tradiciones medievales, como lo era la horca, que fue utilizada por primera vez el 10 agosto de 1541 para ajusticiar a seis españoles acusados de conspirar contra Valdivia. También se ubica allí un mercado callejero que existió hasta el siglo XVIII, donde los primeros santiaguinos iban de compras al final del día.
Al rededor de la Plaza de Armas, la ciudad se dividía en cuatro solares, que fueron repartidos entre instituciones y conquistadores. El poder religioso ocupó el costado poniente- donde hoy la Catedral Metropolitana-, siendo el más importante porque mira hacia el sol naciente. En el lado norte se ubicó el poder civil, al tomar Valdivia un solar donde se emplazó la Casa del Gobernador; e instalarse a su lado el Cabildo y la Cárcel.
Por su lado sur, la Plaza de Armas no habría estado cerrado sino hasta el surgimiento de solares particulares; y años después, dada la aparición del Portal de Sierra Bella, según indica Criss Salazar.
Las primeras calles de Santiago fundacional
Los solares alrededor de la Plaza de Armas fueron repartidos entre los más cercanos a Pedro de Valdivia. Entre ellos se cuentan Diego García Cáceres, Pedro Gómez, Pedro Miranda, Francisco de Aguirre, Antonio de Pastrana y Alonso de Escobar.
El nombre que se le dio popularmente a cada calle del Santiago Fundacional hacía referencia a los personajes que viven ahí o a los ciudadanos más importantes, no existiendo en la actualidad certeza absoluta acerca de sus nombres reales.
El Mapocho, La Cañada y la Cañadilla
Existe un debate acerca de si la Cañada de Santiago (actual Alameda, o Av. del Libertador Bernardo O’Higgins y formada por un brazo del Río Mapocho), tenía o no agua al momento de la llegada de Valdivia y su ejército. Posiciones como de León Echaíz, quien indica que en los inicio de la Colonia aún habría corrido agua, se contraponen con otras como la de Piwonka, quien asegura que ya habría estado seco.
Según nos revela Criss Salazar, otro dato interesante es la discusión sobre si la Cañada de Santiago, actual Alameda y formada por un brazo del Mapocho, tenía o no agua «autores como León Echaíz dicen que todavía corría un poco de agua a inicios de la Colonia, otros como Piwonka aseguran que esto no es real y que ya estaba seco».
Por su parte, La Cañadilla, actual Independencia, se extendía hacia el sur por las actuales puente y Banderas, al cruzar el Río Mapocho. La calle que hoy es Independencia, también fue formada por un brazo primitivo del Mapocho, siendo la unión del Camino de Chile con el Valle de Santiago y siendo parte del Camino del Inca.
Según Salazar, en lo que hoy es Calle Esmeralda, anteriomente Calle de las Ramadas se habrían emplazado quintas y ramadas, que posteriormete habrían sido reemplazadas por chinganas de la época.
Las primeras construcciones de Santiago de Chile
Las primeras edificaciones de la ciudad de Santiago no fueron más que chozas provisorias de madera, barro y paja. Se habría aprovechado las acequias incas para el transporte de agua para aseo y cultivo.
Las primeras casa de Santiago fueron reemplazadas meses más tarde por construcciones en adobe tras la destrucción de la ciudad el 11 de septiembre de 1541, a manos de las huestes del toqui Michimalonco, que atacaron la ciudad para hacer que los españoles se retiraran del territorio, más este no logró su cometido.
La vida cotidiana se siguió desarrollando en torno a la Plaza de Armas. Sin embargo, dada la ausencia de los hombre por estar peleando en el sur, las mujeres y religiosos surgen como grandes articuladores sociales; y logrando una relevancia social poco común en la época, al compararse con otros países de la región. Sin embargo, esto no ha sido reconocido en calles ni monumentos.
Santiago de Chile fue llamado en su época fundacional, la Roma de las Indias, por la alta proporción de iglesias en la ciudad; y puesto que anidó una sociedad con una fuerte presión moral. Un importante testigo de la época, fue la Iglesia de San Francisco.
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